Victor Castro Omite Protección Civil
LA PAZ, B.C.S.- A pesar de que el Servicio Meteorológico Nacional había advertido sobre la inminente amenaza del Huracán Priscilla, la respuesta del Gobierno de Baja California Sur se centró, una vez más, en las prioridades políticas. El retraso en la activación del Consejo Estatal de Protección Civil por parte del Gobernador Víctor Castro Cosío —quien se encontraba en la Ciudad de México— es visto por muchos como un error grave que expone a la población a riesgos innecesarios, reavivando las críticas sobre un patrón de improvisación.
El Peligro Real: Agua sobre Suelo Saturado
El peligro que representa Priscilla no reside únicamente en la fuerza del viento (el huracán se fortalecía a Categoría 2), sino en el volumen de agua. Mientras nuestra península es delgada y susceptible a las inundaciones repentinas, Priscilla se acercaba como un monstruo de más de 1000 km de diámetro.
Para quienes vivimos aquí, la experiencia es clara: no hace falta el ojo de un huracán para vivir un desastre. El verdadero peligro viene del agua que baja de la sierra, de los arroyos, de las avenidas repentinas. Después de ciclones como Lorena y Narda, el suelo de BCS ya está saturado, y cualquier lluvia puede desbordar los arroyos.
Del Zócalo a la Gira: La Peligrosa Omisión del Consejo Estatal
El momento más crítico de la prevención coincidió con la agenda política del Gobernador. Mientras Priscilla se formaba y crecía, el jefe del Ejecutivo celebraba en el Zócalo el informe de la presidenta Claudia Sheinbaum. Vicor Castro Omite Protección Civil Priscilla en su etapa más temprana y crucial.
Al regresar al estado, su agenda inmediata señalaba una gira de entrega de obras y acciones, una acción más urgente para “rellenar su cuarto informe” que para salvaguardar vidas y bienes.
- Suspensión Tarde y a Regañadientes: La gira fue suspendida y el Consejo Estatal de Protección Civil sesionó apenas 12 horas antes de los primeros efectos de Priscilla.
Un Patrón de Fallas y Descoordinación
La omisión del Gobernador no es un evento aislado; es un patrón que ha marcado su gestión. Él mismo reconoció fallas en Protección Civil tras emergencias pasadas.
Tan solo en la emergencia por Lorena, la falta de coordinación fue evidente: primero dudó en suspender clases, luego dio el sí, y después se molestó porque la alcaldesa Milena Quiroga se adelantó con el aviso de suspensión antes de las 6 de la mañana con la lluvia ya encima.
Estos hechos demuestran que, tras cuatro años de gobierno, la improvisación y la descoordinación han privado. Las prioridades gubernamentales están acomodadas, no para el beneficio de la población, sino para beneplácito de un grupo político. La ciudadanía de BCS exige que la lección sea aprendida y que la seguridad sea la única prioridad.
